Anexo 2: Consideraciones patrimoniales

La obsolescencia urbana es la otra cara de la vitalidad social de la periferia. Un entorno en constante transformación, que tras los dilemas del crecimiento que acompañaron su génesis se enfrenta a los de la sostenibilidad que marcan su existencia cotidiana.

Después del desarraigo inicial y los duros comienzos, la vida se hizo fuerte en las barriadas, dejando un poso de memoria sobre el que es necesario prestar atención patrimonial. Se trata de una tarea compleja, habida cuenta de la cercanía temporal que nos separa del momento de su construcción, así como la imagen generalmente negativa que estos conjuntos tienen en la sociedad.

A pesar de ello, es posible realizar una evaluación contemporánea sobre la arquitectura y el urbanismo de las barriadas como patrimonio. Con ese objetivo, se trabaja sobre tres valores diferentes:

  1. Arquitectónicos y urbanos, haciendo especial hincapié en aspectos estéticos vinculados fundamentalmente a la abstracción y el uso de nuevos materiales. También a la innovación tipológica, que hizo de las barriadas paisajes de eficiencia y de los bloques de viviendas, moldes de racionalidad.
  2. Históricos, comprobando la autenticidad de los barrios y el mantenimiento de la fidelidad a los principios originales de diseño. De igual manera se presta atención a la integridad de sus edificios y espacios públicos, considerando los puntos fuertes que puedan impulsar su evolución futura,
  3. Culturales, detectando la presencia de tradiciones constructivas del lugar, así como innovaciones que terminasen cristalizando en nuevas tradiciones modernas. Igualmente se abarca la dimensión medioambiental de la vivienda y los espacios públicos, y su contribución a la creación de un paisaje urbano histórico.

El punto de partida teórico del trabajo es la posibilidad siempre abierta de actualización de la arquitectura y el urbanismo del movimiento moderno. Partiendo de la consideración del proyecto moderno como proyecto inconcluso, la acción patrimonial se revela como herramienta efectiva para coadyuvar a su mejora y realización acorde a las necesidades de la sociedad contemporánea. La metodología de trabajo ha contemplado las siguientes etapas:

  1. La realización de trabajo de campo en un total de 23 barriadas, para la toma directa de datos y la realización de entrevistas informales no estructuradas,
  2. La revisión de la información de los proyectos originales, comprobando los aspectos que los arquitectos consideraron de especial importancia, así como el grado de compleción de las ideas de partida,
  3. La realización de fichas patrimoniales para una selección de diez barriadas de mayor interés, con datos básicos, descripción y evaluación de su estado actual,
  4. La redacción de un informe patrimonial sobre el total de barriadas estudiadas, en el que se realiza un diagnóstico general sobre los valores presentes en ellas y se avanzan propuestas para su intervención.

Esta información se procura con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre este hábitat urbano, siguiendo el principio de “conocer antes de intervenir” del que debe partir cualquier intervención sobre bienes culturales. Se ofrece para su integración en un marco interdisciplinar, que revele su complejidad y ofrezca las claves para una actualización integral.